Vista del Castillo de Alaró
 




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Alaro Castle
Alaro Castle
Alaro Castle bar and restaurant
Alaró - La historia de Cabrit and Bassa

A la muerte de Jaume I el Conquistador en 1276, el reino de Mallorca fue heredado por su hijo Jaume II. Pero, como consecuencia de la guerra entre Cataluña y Francia, Mallorca fue ocupada por Alfons, sobrino de Jaume II. Finalmente sus tropas ocuparon toda la isla de Mallorca con la excepción del Castillo de Alaró donde todavía ondeaba el estandarte del Rey Jaume II. Allí se habían reunido los fieles partidarios del legitimo rey al mando de dos hombres de Alaró, Cabrit y Bassa.

Su defensa del Castillo fue tan inexpugnable que el propio Alfons llego a caballo a invitarles a entregar las armas. Insultos fueron intercambiados por los tres. Cabrit, que significa "cabrito” en mallorquín, hizo un juego de palabras con el nombre del rey (el cual significa pez en catalán), comentando que era común guisarlo con ajo. Enterado del nombre del orador, el rey enfurecido y contesto que le asaría como a una cabra. Cuando finalmente cayó el castillo, ambos hombres fueron asados en la Plaça del Lledoner en Alaró. A consecuencia de este acto, Alfons fue excomulgado por el Papa Gregorio XII.

A lo largo de los siglos, esta hazaña se convirtió en material de leyenda, sin embargo los historiadores dieron poca credibilidad a la misma. Los cronistas no hicieron mención sobre estos hechos y la única referencia fue en el Breviari Maioricensis, copia de uno anterior y fue suprimida a mitades del siglo XVI cuando el Concilio de Trento decretó que solamente la versión romana era el auténtico breviario.

A finales del siglo XIX, una serie de documentos fueron descubiertos y indicaban de su existencia. Una demanda, que data de 1300, mencionó que Guillem y Berenguer Bassa eran los hijos de Guillem Bassa, condenado a muerte y la confiscación de sus bienes catorce años antes (1286). El mismo documento también mencionaba un tal N. Cabrit. Un segundo documento, un capbreu o uso de la tierra, con fecha de 1395, recordó la fundación de un beneficio en 1312 por el rey Sanç. Curiosamente, el beneficio fue la Capella de la Pietat, en la Catedral de Palma, donde reposan los restos de Cabrit y Bassa. Los historiadores lo interpretan en el sentido de que Sanç estaba cumpliendo la penitencia papal impuesta a Alfons con su excomunión, y que se trataba de nada menos que la creación de un beneficio para las almas de Cabrit y Bassa.