Uno de los primeros molinos en Mallorca fue el molino de velas latinas, llamado así por la forma triangular
de sus astas de tela. Un largo madero, o gobierno, se operaba desde abajo para orientar las aspas según
la dirección del viento. Esto significaba que el molinero tenia que estar constantemente alerta por si
había un cambio en la dirección del viento. Y es por eso que hay tantas ventanillas que eran el indicador
de los diferentes vientos que penetraban en el molino. Otro de los inconvenientes de este tipo de molino
era el trabajo que tomada el plegado y desplegado de las lonas que a menudo tenían que ser enrolladas para
evitar ser destruidas por los vendavales. En 1636, los molineros formaron un gremio, con Sant Lorenç como
santo patrón, para proporcionarse asistencia en cualquier tarea que requiriera la labor combinada de todos.
Por esto sogas, poleas, escaleras y otras herramientas eran la propiedad del gremio. Sobre la puerta de cada
molino se encontraba, en un nicho, la estatuilla del santo. Las muelas pesadas se elevaban atadas a una soga
que se pasaba por una viga en el techo del molino. Al girar las astas la viga enrollaba la soga y la muela
lentamente era elevada del suelo. Sin viento favorable esto no podía ocurrir por lo cual se decía que era
Dios quien elevaba las muelas.
Introducción
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